Costó un enorme esfuerzo apagarlo, porque había que sacar el agua de un pozo o cogerla del río y después llevarla en cubos. Aunque todos acudieron a apagar el fuego no lo habrían conseguido si no llega a ser porque empezó una gran tormenta con un fuerte chaparrón.
La reina y el rey estaban muy preocupados pensando lo que podría pasar si había otro incendio y la lluvia no llegaba. Se quedarían sin nada. Así que comenzaron a pensar en posibles soluciones.
Los reyes llamaron a la periodista K y le dijeron:
- Queremos que visites varios países y hagas un reportaje explicando qué hacen sus habitantes cuando tienen un incendio. En cuanto lo averigües, vuelve rápidamente a contárnoslo.
Así lo hizo y al cabo de algún tiempo volvió con varias ideas. Cuando se las fue contando a los reyes, éstos se pusieron muy contentos porque vieron que eran realmente buenas.
Los reyes mandaron una carta a todos los súbditos prohibiendo hacer fuego, tirar cristales,
basuras y papeles, jugar con el fuego niñas y niños,… y el que no lo cumpliese tendría que pagar una multa.
Preguntaron quién quería ser bombero, y un señor muy alto, el más alto de todos, fue elegido jefe de los bomberos. Este señor era F, a quién luego, como lo hacía tan bien y apagaba todos los incendios, le llamaron el señor del Fuego.
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